A ellas, a pesar de su belleza y de los millones que ganan, de sus cuerpos esculturales y de las envidias que levantan, también las engañan. Jennifer Aniston, Sienna Miller, Elizabeth Hurley o Jennifer Lopez son algunas de las mujeres famosas que se han visto traicionadas por sus parejas.
Los cuernos no discriminan"Virgencita, virgencita que mi marido no me engañe. Si me engaña, que no me entere y si me entero, que no me importe". Así rezaba el refrán que se repetían nuestras abuelas, pero las famosas de hoy en día no parecen dispuestas a perdonar las infidelidades de sus hombres. Muchas son las famosas que pese a su talento y belleza han sido traicionadas.
Sienna Miller, quien conoció a su entonces prometido, Jude Law, durante el rodaje de Alfie, acabó perdidamente enamorada de él y no tardaron en comprometerse en matrimonio, pero la feliz pareja no tardó en ver rápidamente truncado su sueño.El galán británico le fue infiel a Sienna con Daisy Wrigth, la niñera de sus hijos, nacidos de su anterior matrimonio con la diseñadora Sadie Frost. Aunque Law le pidió públicamente perdón en la televisión británica, la relación no pudo salvarse pues la joven actriz, incapaz de perdonarle, acabó pagándole con la misma moneda con uno de los mejores amigos de él, Daniel Craig. Y es que las mujeres pueden perdonar, pero nunca olvidan y, por lo que se vio en este caso, Sienna Miller no fue capaz de superar el engaño.
No es lo que pareceOtra mujer engañada es Jennifer Aniston. Quizás la que más simpatías y pena despierta en el gran público. Su ex marido, Brad Pitt le fue infiel con la “chica mala”, Angelina Jolie, durante el rodaje de Mr. & Mrs. Smith. Aunque al principio se empeñaron en negarlo, al final fueron pillados infraganti en una playa de África.Además la guapa Jolie confesó que mantuvo conversaciones con Brad de alto contenido erótico cuando todavía era el compañero sentimental de Jennifer, quien tras la ruptura con Pitt parece incapaz de rehacer su vida, ya que aunque lo intentó con su compañero de película de The Break-Up, Vince Vaughn, finalmente la pareja no cuajó.Parecido caso les ocurrió a Hugh Grant y Liz Hurley. Tras muchos años de relación, él la traicionó con una prostituta en la ciudad de Los Angeles. La policía los sorprendió juntos en el coche de Grant, motivo por el cual el actor fue detenido y conducido a comisaría. Con ello, Liz no sólo tuvo que asumir que su novio le era infiel, sino que además se vio humillada frente a toda la humanidad. La chica, que contrajo matrimonio este año con el multimillonario Arun Nayar, no era lo que se dice afortunada en el amor, fue posteriormente abandonada por el padre de su hijo, Steve Bing, quien no quiso saber nada de la modelo y actriz ni del hijo de ambos, siendo traicionada por segunda vez.
J.Lo y Ben AffleckAl igual que la bellísima modelo Heidi Klum, que vio cómo Flavio Briatore ponía en entredicho su palabra y le pedía unas pruebas de paternidad. Aunque finalmente demostró que efectivamente decía la verdad, el italiano consiguió humillarla frente a todos.Jennifer Lopez fue traicionada por Ben Affleck pocos días antes de casarse. El actor acudió a un club para caballeros, donde confesó haber pasado una de las noches más locas de su vida. J.Lo no tuvo más remedio que cancelar la boda. Curiosamente más tarde no tuvo reparos en arrebatarle el marido a una mujer casada, pues su actual marido, Marc Anthony, llevaba tres años con la ex Miss Universo Dayanara Torres, cuando se enamoró de la explosiva latina. Muchas han sido las famosas que han sufrido un engaño sentimental sonado a lo largo de la historia. Entre los escándalos sonados destaca el de Jacqueline Kennedy, que sufrió por culpa de la flamante Marilyn Monroe cuando estaba casada con John F. Kennedy.La realeza también ha sufrido los deslices de sus hombres. Los desengaños amorosos más sonados en los últimos tiempos han sido los del Príncipe de Gales a la fallecida y guapísima Lady Di, a quien engañó con su ahora esposa, la poco agraciada Camilla Parker.También fue épica la infidelidad protagonizada por Daniel Ducret a Estefanía de Mónaco con una bailarina de streaptease. Y es que ni siquiera la belleza o el dinero aseguran tener bien amarrado a nuestro príncipe azul.
